General
Nombre: Dhordaek
Jugador: CorvusBorsheim
Origen tribal: Dhakku Thorak
Apodo tribal: Uzragok (Dientes de sable)
Tribu/Clan: Dhakku Thorak
Rango: Vigilante
Concepto: Felino cuidadoso
Descripción
Edad: 23 años
Cabello: Castaño oscuro
Ojos: Grises
Piel: Morena clara
Sexo: Masculino
Peso y Altura: 73kg y 1.83m
Otros: Dhordaek posee un cuerpo tradicional, no es muy fuerte pero tampoco es delgado, hábil para actividades atléticas, posee vello corporal algo escaso y mayormente se recorta el vello facial. Posee muchas cicatrices, la mayoría causadas durante el ritual de iniciación y otras durante el transcurso de su vida, la mayoría hecha por bestias pocas por algún enemigo que se haya topado.
Características Mentales
Naturaleza:
Atento: Escuchar que están por cazar al este del valle, otro día ir a pescar y encontrar con huella de oso; tener cuidado al andar, no gustar quemar más Thoraksen.
Sobreviviente: Yo estar allí, sin lanza cuando lobo venir dejar morder mi brazo para clavar daga en su estomago muchas veces hasta dejar respirar, ahora caminar libre.
Conducta:
Reservado: No gustar comer en grupo, mejor comer solo y tranquilo, cabeza llena de pensamientos para fortalecer corazón y espíritu.
Rutinario: Ir por allí no es seguro, es mejor por acá yo ir y venir muchas veces, mismo camino siempre seguro, nuevo camino no serlo.
Imagen general:
Datos Extra
Costumbres: Dhordaek tiene la costumbre de actuar como un felino, se mueve, come, caza y es curioso como uno, también suele imitar sus sonidos muchas veces; por ello le gusta también llevar las pieles de ese tipo de animales y bestias, como sus colmillos y garras como vestimenta o instrumento de combate. Como todo miembro del Dhakku Thorak, sabe lo básico para sobrevivir sin embargo además de ser vigilante, también le gusta cazar, recolectar y fabricar sus armas.
Gustos: Sus gustos son particulares, come más carne que otra cosa pero también le gustan las cosas dulces. Desde su ritual de iniciación prefiere dormir en los arboles o en suelo, que sobre las pieles de algún animal, aunque puede hacer excepciones cuando es de alguna bestia felina o haya cazado.
Disgustos: No le gusta ningún tipo de insectos. Aunque sea parte de la vida como el agar keg faghu, no le gusta ver a ningún Thoraksen morir, así sea alguno que no sea de su agrado. No le gustan los cambios de planes de último minuto, por lo que puede molestarse muchas veces por eso. La lealtad al clan y el respeto a los espíritus, como los vivos es lo más importante.
Historia
Ydhok era un guerrero del Dhakku Thorak, su esposa es Dhalea una fabricadora hábil, ambos se unieron en matrimonio y tuvieron un hijo; al principio Dhalea estuvo reposada en su cama durante varias lunas, el parto fue difícil para ella, sin embargo aún luchaba por mantenerse con vida. Por suerte, su madre logro reponerse haciendo que Ydhok se sienta muy feliz, quien creía que al igual que su madre, esta moriría por dar a luz, según las palabras de su padre y hermana.
Ydhok cumplía con su papel como guerrero, aunque en tiempos de paz mayormente cazaba con su hermana Yda quien era cazadora; Su hijo nació con los ojos característicos de su padre, al igual que su tía sin embargo poseía rasgos más inclinados a su madre, como su nariz y el color de su piel. Al llegar el tiempo y ver que el niño no tenía ningún tipo de complicación en su crecimiento, se le coloco el nombre de Dhordaek, hijo de Ydhok y Dhalea.
Su madre jugaba mucho con su pequeño hijo, quien al empezar a gatear le gustaba jugar a imitar otros animales, mayormente los grandes felinos, con su rugido y acciones. Dhalea tras recuperarse continúo con su labor como fabricante, ahora salía menos de casa y cuando recolectaba, siempre llevaba a su pequeño hijo consigo, a este le gustaba buscar cualquier cosa y siempre se las llevaba a su madre, fue muy curioso y calmado pues no hacía mucho escándalo.
Dhordaek creció como la mayoría de los niños del clan, los adultos les enseñaban a cómo sobrevivir solos, desde aprender que alimentos pueden ingerir, encender una hoguera como también fabricar lo necesario; ya un poco más grandes, aprendían a cómo usar armas, desde dagas, lanzas, arcos con flechas y mazas, Dhordaek prefería usar mayormente las dagas que cualquier otra arma, eran rápidas como letales, pero su desventaja era la distancia por su corto tamaño, sin embargo así atacaban los tigres dientes de sable, por lo que le gustaba mucho.
Mucho de lo que tiene que ver con el crecimiento, tiene que ver con la preparación para el uwalu dyloek (ritual de iniciación) pues no es un camino fácil, Dhalea como Ydhok le contaban sus experiencias en su camino, ambos tenían experiencias diferentes de cómo les fue en su viaje tanto de ida como de regreso. Su padre, la ida no fue tan dura como su retorno, pues se encontró con un carroñero, aquellos que son exiliados de su Tribu o Clan, por la marca que yace en su rostro, Ydhok era joven y no era tan fuerte, recibió muchos golpes y heridas, pero en el movimiento definitivo logro darle muerte.
Dhalea, por otra parte su ida fue más complicada pues una fuerte lluvia cayó durante su trayecto, el risco se inundo por completo y ella no sabía cómo nadar, se aferro a las rocas pero tenía que sujetar con fuerza su lanza, sino habría sido en vano su camino; de igual forma, el agua termino arrastrándola por todo el camino, se golpeo muchas veces contra las rocas y cosas que traía la corriente, pero no soltaba su lanza, tras llegar a una costa se puso a salvo con las pocas fuerzas que tenia y se desplomo sobre el suelo, pues estaba cansada como adolorida, por supuesto termino su trayecto y el regreso no fue tan fuerte.
Algo que comienzan a hacer cuando están un poco más grandes, son sus lanzas para el ritual, estas pueden ser decoradas a gusto pero deben cumplir con lo básico como poder ser utilizadas como un arma pues nunca se sabe lo que podría pasar, pues el camino es incierto y los espíritus pueden ponerte a prueba en cada momento. La lanza que hizo Dhordaek, fue hecha con una madera resistente de color clara, le hizo algunos tallados pero más que todo, le coloco de adorno algunos de las garras y colmillos que le habían obsequiado tanto Yda como su padre; muchos inviernos pasaban para poder armar una buena umyele (lanza), esta no solo significaba un arma, sino el nacimiento de un nuevo miembro, por ello esta poseía un vinculo con su portador bastante grande, significaba su experiencia como también su espíritu.
Por supuesto que los jóvenes podían ver como se llevaba a cabo la ceremonia antes del ritual, aquellos que están listos para partir al salir el sol son los que participan, es un viaje de una semana tanto de ida como de regreso. Claro que algunos no vuelven, al no estar presentes no sabemos dónde habrá quedado su cuerpo, sin embargo no puedes ir a buscarlo, se hace una pila de rocas en su nombre cuando ha pasado mucho tiempo de esperar su llegada. Algo que esperaba Ydhok, era la llegada de un nuevo miembro a la familia, pues Dhalea se encontraba en cinta, pero la ultima cacería no fue buena, por lo que el invierno sería muy duro y así lo fue, pocos fueron los que cayeron y entre ellos Dhalea rompiendo el corazón de sus seres amados.
Cuando llego el momento, todos se reunieron para la dylook (ceremonia) siendo Khalebta la gran vidente la encargada de llevar a cabo el ritual, el futuro miembro debe poseer todo lo que vaya a llevar consigo en la ceremonia, desde su ropa, lanza y objetos, cualquier cosa que tome después será una considerado una ofensa, únicamente puede tomar algo una vez salga del valle y su camino empiece oficialmente. La kam voluk (gran vidente) cantaba alrededor del fuego, llamando a los espíritus del valle para que presencien al futuro thoraksen, esta después cubría con sangre el rostro del muchacho; esa noche dormiría fuera de casa.
Finalmente el día tan esperado llego, antes de irse, tenía que tomar las cenizas y guardarlas en zurrón, luego empezó a marchar con las cosas que ya poseía desde la noche anterior; Dhordeak sabía que una vez fuera del territorio, empezaba lo más duro, se preguntaba constantemente que le depararía ahora en este viaje como de ida al igual que en su regreso. Aún así, no se quitaba de la cabeza lo principal, sabía que lo primero que tenía que hacer era aprovechar la fauna para cazar antes de ir más allá, pues una vez llegaban a los lugares secos, no había muchos animales de los cuales cazar, sino más bestias que otra cosa.
Aprovechando de aun no llegar a las zonas secas, recolecto agua y materiales, cazo algunos conejos para llevarlos consigo durante el viaje, tenía que llegar a la cueva para así aprovechar el día; el primer día no fue nada pesado, perdió algo de tiempo en la recolecta pero eso sería una ventaja para los siguientes días por venir, recolectaba algunos materiales para facilitar la creación de fuego, como también pinchos, aun no necesitaba fabricar otra arma, además de su lanza llevo una daga consigo pero sabía que una vez llegará a su destino, su lanza sería dejada y estaría en cierta desventaja a menos que lo solucione de alguna forma.
En la noche fue cuando llego a la primera cueva, le costó encontrarla pero más poder encender la hoguera entre tanta oscuridad pero logro mantener la calma, tras encenderla paso la noche en el lugar y el siguiente día, era caminar en dirección al destino, la segunda cueva se encontraba a dos días de distancia, por lo que tenía que acampar en algún lugar que sea seguro, eso tenía que hacer en el segundo día además de seguir cazando y buscar alimento, para así mantenerse en condiciones.
Ese día se acostó en las raíces de un árbol, escondió los animales que había cazado dentro de este, encendió el fuego y finalmente durmió hasta el día siguiente; su despertar no fue agradable, escucho pasos fuertes bastante cerca, la pesada respiración y un gruñido familiar, sin duda se trataba de un oso, Dhordaek estaba paralizado, su corazón latía con mucha fuerza pero sabía que si se movía sería atacado. Mucho tiempo paso hasta que el oso se retiro, pero aún así el joven era consciente de que continuaba cerca, durante esos momentos el joven muchacho solo pensaba en su madre, pues estaba seguro de que podría morir en cualquier momento.
Aún así, había perdido muchas horas que se le vendrían en su contra, tenía que elegir entre cazar o seguir adelante, sin embargo sabía que aquel oso continuaba cerca por lo que decidió seguir y que con suerte logrará encontrar algo de alimento durante el camino; al haber apresurado el paso, llego antes de que cayera la noche a la cueva, eso le aliviaba pues podía armar la hoguera junto a los alimentos de forma tranquila, también aprovecho de realizar una lanza extra para el camino de regreso el cual era incierto, utilizo las piedras para formar una punta bien hecha, pero no le convencía del todo la resistencia de la madera. El cuarto día comenzaba a ser difícil pues ya llegaría a los riscos, había perdido tiempo en el tercero sin embargo aún tenía provisiones, le preocupaba que llegara a llover en algún momento y le ocurra lo mismo que a su madre, pero al alzarse la noche, no fue su única preocupación en ese momento, el aullido de los lobos indicaban que se encontraban cerca y eso sería un problema tarde o temprano.
En el risco, no habían arboles solamente tierra seca y piedras, por ello era difícil encontrarse con un animal allí que no sea alguna bestia o ave carroñera, lo complicado era que no habían cuevas cerca por lo que tendría que moverme rápido para salir de ese lugar que llaman Grozko (Tierra hueso) lo antes posible, pero el camino era largo y no podía dejar ir a alguna criatura que apareciera, además de los carnívoros y carroñeros, solían haber lagartos, eso era una fuente de comida pero las serpientes eran un problema. A pesar de todo esto, cruzar esta tierra no llevaba mucho tiempo, pero era peligroso, por suerte Dhordaek logro pasar a salvo, aunque tenía un problema el cual era la cantidad de alimento y comida que tenía.
Tras salir de aquel lugar, solo le tomaría poco tiempo para llegar a su destino, la antigua tierra del Dhakku Thorak, se han escuchado muchas leyendas de cómo surgió este clan, las mayorías narran de que la yankku faghu (tribu de fuego) y la yankku uzko (tribu de hueso) tras muchas generaciones de disputa, conflictos, ambos se dieron cuenta de que su vida estaba por terminarse, no había más madera de la cual usar, los animales aparecían muy poco, los depredadores asechaban más a menudo y la sequia como el invierno, eran cada vez más crueles. Tras un pacto, ambas tribus se unieron para formar el Dhakku Thorak, pero antes de marcharse, tomaron lo que les sobraba de esas tierras y los pocos caídos que quedaban para crear una inmensa hoguera, el fuego llegaba hasta el cielo iluminándolo por completo, la tierra quedo cubierta de cenizas las cuales aún permanecen con el paso del tiempo, solo que se han mezclado con la tierra.
Al llegar, se podía ver como muchas lanzas seguían allí clavadas, algunas de las más viejas se han roto por los diferentes climas y circunstancias, pero otras permanecen firmes; Dhordaek, al llegar a un espacio libre tomo su lanza con ambas manos y la clavo en el suelo con fuerza, ahora aquella arma que había fabricado durante tanto tiempo era parte del inicio del clan, a partir de ese momento, era un Thoraksen el cual debía regresar a casa, tomo aquel zurrón con las cenizas de la hoguera hecha en la ceremonia, para cubrirse la cara y el cuerpo con esta, significando que a partir de ese momento era un miembro del Dhakku.
Su camino ahora era regresar, pero esto no significaba que estaría a salvo, por suerte mantenía la otra lanza con él al igual que su daga, pero la falta de alimento era algo que le preocupaba, además de que tendría que pasar por aquel territorio donde se encontraba el oso en el día anterior. En su trayecto, se dio cuenta de que el sol estaba ocultándose, por lo que significaba que pronto todo estaría a oscuras, no tenía nada con que armar una fogata sino hasta llegar a la cueva, aun así continuo yendo lo más rápido y precavido posible, evitando tropezarse o llegar a pisar algún hueso, lo cual podría causarle una herida y eso se convertiría en un problema grave, sin embargo el problema vendría cuando a mitad de camino escucha unos aullidos venir de su espalda.
Dhordaek acelera su paso lo más rápido, pues quería llegar cuanto antes a la cueva sin embargo sabía que esta se encontraba muy lejos, sus pasos eran rápidos pero los lobos que conocían mejor el terreno, los conocían más por lo que no tardaron en pisarle los talones al joven muchacho; al mirar hacia atrás, noto que estaban demasiado cerca, por lo que tomo su lanza para así girar y lanzar un golpe horizontal hacia sus enemigos, sin embargo no le dio a nadie, los lobos solo se detuvieron para esperar el momento preciso de atacar, ahí pudo contarlos, eran cuatro los cuales vigilaban el paramo como algo habitual para cazar a quien cruzará por él.
Uno de los lobos se acerca mucho, Dhordaek le logra dar con la parte posterior de su lanza pero otro se abalanza, al cubrirse esta se rompe por la mitad cayendo ambos al suelo, otro muerde su pierna para arrastrarlo y esperar a que los otros acaben con el pero el joven muchacho toma el extremo con punta de la lanza logrando darle al lobo que sujeta su pierna, este lo suelta pero otro se abalanza sobre él pero aún así logro sacar la daga a tiempo para clavarla en el estomago de aquel animal, aprovechando entonces el tiempo para correr.
Dhordaek estaba herido, no lo suficiente como para impedirle andar pero aún así el resto iría a por él, logro correr hasta el cráneo de un mannak (mamut) uno de los lobos se subió a los restos para lograr saltar sobre la espalda del joven, esto lo desequilibra llevándolo al suelo antes de que este lograra morderle el hombro, busca recuperarse, en una mano posee la daga mientras que en la otra lo que queda de su lanza, los tres lobos lo rodean buscando atacarlo a diferentes lugares del cuerpo, pero el muchacho utilizo sus armas como si de un tigre se tratará, espero a que se acercaran pacientemente para luego devolver el golpe, por supuesto recibió más heridas en el acto, sin embargo ahora estaba fuera de peligro, antes de marchar, corto las colas de las bestias y se llevo a uno con él para luego comerlo y usar su piel.
Su regreso fue más pasivo gracias a los espíritus, realmente no tenía más fuerzas para continuar luchando y menos en el estado que se encontraba podía iniciar una carrera, por suerte al menos comida no le falto, despellejo al lobo lo mejor que pudo para sacarle la mayor cantidad de carne posible, claro que esta es sumamente dura por la falta de grasas en ella, pero no había de otra realmente. Al día siguiente tuvo que conseguir algunas hiervas para poder evitar una infección en sus heridas, lo que le tomo algo de tiempo, esa área aun estaba algo seca pero n era el único problema, el otro era que no sabía donde se encontró el oso que una vez se topo de regreso.
Esa noche subió a un árbol, para dormir a salvo de que llegará a aparecer un oso durante la noche o se lo topara en la mañana al despertar, cubrió sus heridas con las hiervas en la noche, también inicio una fogata junto al árbol para calentarse un poco y mantenerse seguro; al día siguiente no había rastros del oso, antes de continuar se cambio las hiervas para mejorar mejor y aprovechar de comer para el camino hacia la cueva. Durante su camino, empezó una tormenta la cual se aproximaba poco a poco, los truenos se escuchaban a la distancia y se podía presenciar como el cielo se iluminaba a cusa de los rayos, en pocos minutos el cielo empezó a oscurecerse y con el vino la lluvia.
Estar mojado no era realmente agradable para Dhordaek, el frio viento era un problema además de que sus heridas no podrían sanar correctamente del todo pero debía continuar hasta llegar a la cueva, otro problema era que con la madera húmeda, no podría realizar una hoguera en la noche aún así se cubría como podía con la piel del lobo y las colas del resto. Al amanecer, se sentía ligeramente mal pues no pudo crear una fogata por lo que su cuerpo se mantuvo frio durante toda la noche, haciendo que sea complicado el sanar las heridas, pero lo que sentía era enfermedad; de igual forma, continuo su camino con un paso lento pero asegurado, cuando sabía que estaba más cerca se animaba a continuar.
El joven Dhordaek fue recibido con aplausos y alabanzas, un nuevo Thoraksen había surgido para el Dhakku, claro que ese día no festejaron del todo pues la Khalebta tenía que ayudar a que su cuerpo sanara por completo, ya a los días siguientes se encontraba mejor y hablaba de cómo logro sus hazañas en el uwalu dyloek, de cómo fue sorprendido por un oso, como casi fue desgarrado por los lobos y paso mucho frio en la cueva, sin duda algo digno que podría contarle a sus descendientes; desde entonces fue llamado uzragok (dientes de sable) no solo por su comportamiento, sino también por haber acabado con aquellos lobos con armas cortas.
Cuando finalmente se recupero, empezó a practicar con los otros guerreros del Clan, pues al igual que su padre aspiraba formar parte de ellos, entreno bien aunque su forma de luchar era diferente al de otros, pues tenía la costumbre de hacer movimientos fuera de lo común, los guerreros suelen ir más de pecho al combate mientras que Dhordaek le gustaba esperar, analizar y atacar como si fuera un felino; claro que esto fue un tema de conversación, pero su padre tenía la esperanza de que dejara eso a un lado para ser un guerrero fuerte y defendiera al clan.
Sin embargo, las cosas cambian cuando en un conflicto durante un viaje para cazar lejos de los terrenos del Dhakku Thorak, algo que se hace de vez en cuando para regular las cacerías dentro del territorio, evitando así que los animales terminen mudándose o se elimine al último de dicho lugar. Pues el grupo que se divide entre cazadores y guerreros, parten para poder no solo cazar sino defenderse de cualquier amenaza externa, se toparon con un grupo de alguna Tribu agresiva contra la cual no se podía mediar con palabras, pues la falta de entendimiento.
Dhordaek se encontraba también en el grupo, aguardando un poco la distancia por órdenes de su padre, cuando el conflicto empezó, se inicio una gran batalla y aunque los Thoraksen salieron victoriosos, muchos resultaron heridos y otros cayeron. Ydhok, estaba de primero en las filas mientras que los cazadores detrás, pero al estar en primero fue herido aunque lucho con valía; estuvo cerca de morir pero su hermana Yda logro ayudarle, para que Dhordeak lograra dar un golpe definitivo por el costado del enemigo. Aquel sería el primero a quien mata el joven muchacho, pero no sentiría realmente ningún pesar así como cuando enfrenta a otras bestias, la supervivencia para él es lo más importante que cualquier otra cosa.
Pero por si fuera poco, Ydhok no logro sobrevivir al viaje por el nivel de sus heridas las cuales fueron profundas, otros continuaban heridos y sin mencionar a los que cayeron en combate, esto hizo que sin duda hizo reimplantase los conflictos haciendo que no le guste agar keg faghu del todo; por supuesto lo respetaba, al igual que a sus aliados, familiares y amigos, también quemaron a los enemigos. Desde ese momento, Yda se hizo cargo de Dhordeak quien aunque era un Thoraksen, no dejaba de ser muy joven e inexperto; este dejo su lado guerrero e intento ser un cazador como Yda, aunque le fue bien en su momento, termino tomando un rumbo distinto al de otros, siendo un vigilante del Dhakku Thorak.
Ya siendo un adulto y pasado el tiempo, las cosas han cambiado pues ahora posee más responsabilidades con el Dhakku al ya no ser un joven novato, tenía que hacer su trabajo de forma seria además de brindarle el apoyo a los demás miembros como cualquier Thoraksen que lo necesite, le gusta cazar y no evita llegar a entrar en algún conflicto contra algún enemigo.
Aún así, Dhordaek permanece distanciado incluso de sus familiares, le gusta llevar las cosas a su rollo y de las pocas personas que escucha son a los de alto rango; desde la muerte de su padre se ha mantenido así, algunos lo llaman raro por su forma de actuar como si de un animal se tratara, pero saben que pueden contar con él para varias cosas de necesidad. Su destino es incierto, sabe que tarde o temprano debe sentar cabeza y hacer crecer la tribu más no es del todo su enfoque primordial, sus aspiraciones son desconocidas incluso para él mismo.